lunes, 8 de julio de 2013

Historia de un optimista ilusionado.


Me levanté sonriendo. Incluso unos minutos antes de que sonara el despertador. Como sabiendo que aquel sería un día grande, ancho y especial. Salí de mi casa hinchando los pulmones, respirando la luz, los gritos de las golondrinas, el poco ruido de la calle. No me lo propuse, lo sabía y eso hizo sin duda que fuera un día memorable.

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